En el territorio que nos encontramos es raro advertir apuestas en el sector primario que tengan que ver con el cultivo forestal para madera como complemento económico a la producción principal. Es dificil que la gente de la zona quiera apostar por ello, siendo un sector que ofrece unos rendimientos anuales mayores que cualquier banco desde hace años.
Desde hace ya diez años que se intenta introducir este tipo de trabajo-inversión en la zona. Pero el boom del suelo, por culpa del ladrillo, no ha hecho mas que destrozar las posibles expectativas de esta actividad, asociada a la agricultura y ganadería, para crear un falso patrimonio-inversión de ámbito inmobiliario que se ha convertido en la ruina de muchos y en la tragedia de los desgraciados consumidores finales, hipotecados hasta las cejas y por muchos años con el pago de un bien que no vale por lo que firmaron y, con dudas en muchos casos, de poder cumplir con los plazos de pago...
LLegó la crisis por culpa del estado tan alto de especulación sobre nuestro tren de vida y todo tipo de bienes, servicios, productos y materias primas..., generado en en este país, sobre todo, por el consabido ladrillo. Todo inflado sin sujetarse a un precio real o a un justo baremo de calidad-precio. El todo vale y el dinero fácil ha creado una mentalidad que nos va a pasar factura ahora, cuando toda España ha estado basando todos sus activos en un inmovilizado (vivienda) que no se vende y que los bancos ni siquiera quieren hablar de bajar precio para no perder valor de recuperación en sus cuentas y balances, hasta que se hunda el mercado y con ello todo lo demás...
Bien, esta actividad de la silvicultura pudo ser y quizás sea todavía una posibilidad de trabajo-inversión que ofrece interesantes rendimientos pero a un plazo de veinte años: cultivos forestales de nogales. Está pensada para que la disfruten otros. Esto es, como es difícil o hemos logrado que con veinte o treinta años de edad no se tenga oportunidad y dinero para invertir en este sector y poder disfrutarlo con plenitud en vida, se considera una inversión para la siguiente generación. Ideal para el mundo rural en que las unidades productivas (explotaciones) de carácter familiar pueden permitirse, cada año, ir invirtiendo en plantaciones forestales para madera en superficies únicas o complementarias a un cultivo principal de pratenses, forrajeras u otros cultivos. De tal forma, que se permita la manejabilidad y operatividad de los trabajos del cultivo principal diseñando una distribución de la plantación forestal acorde al terreno o finca y con un marco de plantación adecuado.
El coste de la iniciativa es, como en todo, empezar para que la siguiente generación prosiga en esta actividad heredando una inversión-trabajo ya realizada y con la que se pueden amortizan los costes de inversión-mantenimiento del cultivo con el incremento de valor anual, ademas del beneficio final del turno.
El coste de la iniciativa es, como en todo, empezar para que la siguiente generación prosiga en esta actividad heredando una inversión-trabajo ya realizada y con la que se pueden amortizan los costes de inversión-mantenimiento del cultivo con el incremento de valor anual, ademas del beneficio final del turno.
Cultivo de nogales en un prado de siega a un marco de plantación de 6x5.
En el año 2001 se pagaba el metro cúbico de nogal a 1.480€ y un nogal de calidad en turno de corta produce de 1,4-1,6 m3/ud. Saquen cuentas... En el mismo año tuvo un incremento de valor de un 13%, en el anterior de un 11%, etc. Rentabilidades que no ofrecen ningún banco hasta el día de hoy. Los datos actuales trataremos de actualizarlos.
En referencia a las posibilidades que ofrece este recurso, además de ser sumidero de CO2 atmosférico y crear beneficios medioambientales directos, compatibilizar con cultivos bajo cubierta: pratenses, leguminosas, etc...está la recuperación de suelos no productivos: campos y prados abandonados o de difícil acceso o lejanía que con los debidos desbroces y labores culturales pueden ofrecer posibilidades de rentabilidad y su mantenimiento puede ser mínimo, excepto las podas necesarias, y con los dichos cultivos bajo cubierta o con gestión ganadera si se mantiene prado o forrajeras...
Desde el punto de vista de impacto paisajístico sería bajo siempre y cuando en las fincas y suelos de ribera o en llanos se aplicara un coeficiente por hectárea más alto que en pequeñas fincas o prados de siega donde hay que procurar que prevalezca el cultivo de suelo sobre el del vuelo.
Mayo, 2010
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